Este buen whisky escocés se produce destilando los cereales malteados en alambiques clásicos de cobre a temperaturas muy altas, posteriormente se rebaja su grado alcohólico con el uso de agua de manantial. Luego el whisky debe añejarse en barricas de roble americano tostadas durante 4 años antes de estabilizarse y embotellarse. Este whisky debe consumirse solo o con hielo para disfrutar de sus sabores y aromas. Aunque también puede mezclarse con ciertos licores para crear cócteles muy elegantes.