En 1989, una docena de años después de que la familia Gran estableciera la Destilería Glenfiddich, William Grant comenzó a vender whiskey de mezcla. Para 1903 con la ayuda de su tercer hijo, se estableció un almacén pagado en Glasgow. Así fue como tras años de arduo trabajo, la marca Grant se estableció en el país y en el extranjero. Durante la Prohibición la mayoría de dueños de destilerías cerraron sus puertas, pero no William Grant. Él hizo todo lo contrario, apostó por su whiskey, logrando un incremento en su producción. Hoy día, gracias a todas las acciones realizadas en el pasado, Grant’s es la cuarta marca de whisky escocés mezclado más vendida en el mundo, y comercializada en más de 180 países diferentes.
En 1957 Grant’s desveló la gran innovación en su envase; su tan icónica botella triangular, la cual, fue diseñada por Hans Schleger, refugiado de la Alemania Nazi. Una botella elegante e inconfundible, capaz de exhibir al mundo la calidad y el color espectacular del whisky que en ella se guarda. Y que, a la vez, pudiera empacarse y apilarse de una manera cómoda y eficiente. En la actualidad la marca sigue destacando por su botella, dentro de un mundo redondo y cuadrado. Tres lados que representan las claves del whisky; cereal, agua y aire fresco de Escocia o, los ideales atesorados por Grant; tradición, legado y calidad, dependiendo de cómo uno quiera interpretarlo.