Chartreuse representa más de cuatro siglos de historia, desde la entrega del manuscrito por François Hannibal en 1605. Se necesitaron más de 150 años de investigación, para que «les Chartreux» -monjes cartujos- descubrieran el secreto del manuscrito y poder fijar la receta.
El origen de la marca se remonta nada menos que hasta el año 1084, cuando siete amigos levantaron una solitaria ermita en las montañas de Chartreuse para vivir en oración, contemplación y silencio. Se denominaron la Orden de los Cartujos. El éxito nacional e internacional de Chartreuse está ya establecido, más de doscientos cincuenta años después de la creación de su Elixir. Más que presente en el mundo de la gastronomía y en el mundo de la coctelería, la Chartreuse se ha convertido en un mito en la cultura popular. Cuenta con tres colecciones: licores tradicionales, cuvées excepcionales y cuvées especiales. Dos de las bebidas más conocidas, además de su Elixir Vegetal, son el «Chartreuse Amarillo» y el «Chartreuse Verde». El primero, de color evidente, presenta aromas de cúrcuma, cítricos y ligeras notas de anís. El segundo presenta aromas más intensos, con notas vegetales y de menta, savia de pino y cítricos. El té amargo al final, prolonga la degustación.
