Los vodkas elaborados por Belvedere poseen un perfil único, basado en el terroir de la tierra, el enfoque de los maestros destiladores y el sabor de los ingredientes naturales. El terroir, factor distintivo de Belvedere, hace referencia a cómo la temperatura, la elevación y el suelo -en este caso de Polonia- así como el proceso de crecimiento, afectan al sabor final.
Cada botella de Belvedere contiene una alta cantidad de centeno polaco y agua purificada, destilado con fuego para crear una bebida espirituosa ultra premium, de dimensiones y profundidad únicas. Uno de los aspectos más relevantes es el proceso de cuatro destilaciones por el que pasa Belvedere Vodka, que garantizan un sabor y una pureza excelentes, pudiendo tomarse solo, con hielo o en cóctel.
La calidad del vodka solía estar asociada con la neutralidad, un sabor neutral que casi pasase desapercibido. Esto se debe sobre todo al uso de ingredientes como el maíz o el trigo. Sin embargo, Belvedere apostó por la profundidad y complejas características del centeno, con un sabor totalmente distintivo.
El centeno polaco es un grano especial, heredado desde la antigüedad y que a día de hoy permanece inalterado. Es conocido por su capacidad para soportar agresivas temperaturas y los suelos más desafiantes. El centeno de Belvedere proviene de únicamente ocho socios agrícolas locales, que garantizan una trazabilidad del 100%.
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